jueves, 5 de enero de 2012

El hombre mediocre

La mediocridad está por todos partes y todos los días la vemos. Vemos mediocridad en la cara de las personas, en sus vidas, su simple presencia levanta una nube de insignificancia que nos empolva la cara. La mediocridad abunda en la sociedad y es un mal imparable, no podría siquiera mencionar un aproximado pero demasiada gente es mediocre, inepta e inútil y deberían de dejar de joder la vida de los demás con la estela de su existencia.

El hombre mediocre no solo es aquel que no tiene ninguna habilidad especial más que sentarse y esperar como los sucesos atraviesan el umbral del tiempo, aquel sin aspiraciones o ganas de luchar para un mejor porvenir sino que solo observa cómo los demás triunfan y se elevan un paso tras él. Un hombre mediocre no hace nada, ni por la sociedad, ni por aquellos que lo rodean ni por siquiera sí mismo. Solo vive para comer, cagar y dormir.

Un hombre mediocre puede estudiar o trabajar, ser rico o pobre pero la calidad de plasta no se la quita nadie. Es aquel que se la pasa todo el día viendo televisión, jugando videojuegos o navegando en internet. No hay que confundir el hombre mediocre con el hombre común; el primero no hace nada más que eso y su horario está repleto de actividades inútiles mientras que el segundo puede tomarlo como un hábito, incluso diario, pero tiene la suficiente voluntad como para levantarse de la cama y cambiar los canales manualmente; dicho de otra forma, el segundo puede hacer más por su vida que estar pelando bolas todo el tiempo.

Todos alguna vez hemos sido hombres mediocres (ojo, las mujeres también son hombres mediocres, aquí no hay discriminación de género) Cuando nos distraemos tanto y holgazaneamos, y no hacemos nada en lo absoluto. Cuando ni siquiera tenemos la iniciativa de levantarnos de la cama (como estoy haciendo yo ahora mismo).

Desde la adolescencia inicia la primera etapa de mediocridad y se desarrolla cuando se es adulto, es en ese instante cuando uno se convierte enteramente en un hombre mediocre. ¿Ves aquellos chicos que se la pasa jalándosela todo el tiempo? Serán hombres mediocres (a menos que aspiren a ser actores porno, de ser así estarían aprovechando el tiempo, y mucho), ¿o los otros que se atreven a ver Jersey Shore y la gama de canales que ofrece Mtv? También la están cagando. Son unos apestosos, aléjense.

Aquellos que no se preocupen por su futuro, por lo que quieren hacer, se conforman con lo que tienen y prefieren cargar con una vida miserable sobre sus hombros, son hombres mediocres. Aprovecha el tiempo, coño.

Este artículo lo escribo porque estos últimos días (incluso meses) me sentía como un hombre mediocre, y por mi parte, no quiero serlo.

miércoles, 4 de enero de 2012

Propósitos de año nuevo

La gente tiende a crearse propósitos de año nuevo a fin de motivarse a realizar las cosas que quisieran lograr. Yo no he sido la excepción ni este año, ni el anterior, ni muchos otros anteriores.

Lo realmente genial del año nuevo es que cada uno se plantea sus metas del año nuevo y se ve animado a cumplirlas, un manto lleno de motivación y esperanzas nos arropa a principios del año y nos da razones para seguir adelante con aquellos proyectos abandonados, ése es mi caso: este blog.

Dicho sea, esta página es la promesa de ser constante y seguir adelante con algo que me apasiona: escribir. Dos años atrás dejé de escribir en mi anterior blog, cosa que nunca debí hacer y me arrepiento porque, de haber seguido, apuesto que hubiera tenido éxito; con esto no me refiero a que una masa de lectores me seguiría en mis posts sino al sentimiento de que, he creado algo de valor y que ha seguido adelante a pesar del tiempo. No obstante, no fue así.

¿Por qué?

Por no ser constante… Amigo o amiga, si lees esto, revisa dentro de tu conciencia y pregúntate qué cosa hubieras logrado de no haber sido constante en algo que deseabas. La motivación es un factor importante y es aquello que muchos escasean.

Motivación, viene de diferentes tamaños y distintas formas. Hay quienes se motivan con una palabra, una imagen o una palmada en la espalda. Otros por verse amenazados, incluso, están aquellos que ni siquiera tienen opción, pero además está el grupo de los que se auto-motivan e inspiran a los demás.

Maickel Melamed. Venezolano, nació con dificultades físicas, pero encima de todo eso, en un ambiente familiar repleto de motivación y amor. Fue invitado por su familia a no rendirse y a seguir adelante. Completó el maratón de New York de 42 kilómetros, ¿su motivo personal? Motivar a otros. Incentivarlos a que, todo es posible con constancia, de que tú puedes llegar a lograr grandes cosas no importa qué siempre y cuando estés dispuesto a lograrlo. Un ejemplo a seguir.

Su proeza no solo consta de haber superado dicho maratón sino de haber entrenado durante tres años, caminado durante quince horas y media (cojeando) e inspirado a otros llevándoles el mensaje de que: todo es posible si lo sueñas, te lo propones y lo das todo por alcanzarlo. Deja de juzgarte el qué y ponte a pensar en los cómos. Hay una gran diferencia entre qué haré y cómo lo haré.

Una amiga no tenía propósitos para el año nuevo; su única meta era quererse más a sí misma, y aquello no me pareció justo. Le dije que la iba a ayudar y ahora tiene más propósitos de los que se hubiera imaginado, quizás no sea la gran cosa, pero es un buen comienzo para no tener ninguno.

¿Tú tienes propósitos? Me alegro mucho por ti. ¿No los tienes? Ya es hora de que te los plantees seriamente.

Para finalizar este post, les contaré que en mi lista de propósitos, de último lugar se encuentra:

Ser constante con lo que me propongo.

Y espero que tú lo seas, no solo ahora, ni por este año sino siempre.

Feliz año nuevo.